La competitividad
La competitividad [de calidad y de precios] se define
como la capacidad de generar la mayor satisfacción de los consumidores fijado
un precio o la capacidad de poder ofrecer un menor precio fijada una cierta
calidad, es decir, la optimización de la satisfacción o el precio fijados
algunos factores.
Frecuentemente se usa
la expresión pérdida de
competitividad para describir una situación de aumento de los
costes de producción, ya que eso afectará negativamente al precio o al margen de
beneficio, sin aportar mejoras a la calidad del producto.
Factores que influyen en la competitividad
La competitividad
depende especialmente de la calidad del
producto y del nivel de precios. Estos dos factores en principio estarán
relacionados con la productividad,
la innovación y
la inflación
diferencial entre países. Existen otros factores que se
supone tienen un efecto indirecto sobre la competitividad como la cualidad
innovativa del mismo, la calidad del servicio o la imagen
corporativa del productor.
Calidad
Calidad de producto
es la capacidad de producir satisfactores (sean bien económico o
bienes y servicios) que satisfagan las expectativas y necesidades de los
usuarios. Por otro lado, también significa realizar correctamente cada paso del
proceso de producción para satisfacer a los clientes internos de la
organización y evitar satisfactores defectuosos. Su importancia se basa en que
la satisfacción del cliente aumenta su fidelidad al producto (en organizaciones
mercantiles).
Productividad
La capacidad de
producir mayor cantidad de producto de una cierta calidad (sean bienes o
servicios) con menos recursos. La productividad depende en alto grado de
la tecnología (capital
físico) usada y la calidad de la formación de los trabajadores (capital humano),
así en países industrializados los empleados puede producir en promedio mucha
mayor cantidad de bienes gracias a la existencia de maquinaria que mecaniza o
automatizan parte de los procesos. En cuanto a los servicios, especialmente los
que requieren atención personal directa, la productividad frecuentemente es
mucho más difícil de mejorar mediante capital físico o humano. En cambio,
históricamente la producción de bienes manufacturados ha sufrido grandes
aumentos de productividad gracias a la introducción de bienes de equipo y
nuevas tecnologías.
Una mayor
productividad redunda en una mayor capacidad de producción a igualdad de
costes, o en un menor coste a igualdad de producto producida. Un coste menor
permite precios más bajos (importante para las organizaciones mercantiles) o
presupuestos menores (importante para organizaciones de Gobierno o de Servicio
Social).
Calidad del servicio
La calidad del
servicio está relacionada con la capacidad de satisfacer a clientes, usuarios o
ciudadanos, en forma honesta, justa, solidaria y transparente, amable, puntual,
etc, logrando altos grados de satisfacción en sus relaciones con la
organización o institución proveedora del servicio.
Imagen
Es la capacidad de la
organización de promover en la mente de muchas personas la idea de que es la
mejor alternativa para la obtención de los bienes o servicios que dejarán
satisfechas sus necesidades y sus expectativas. Posicionar la marca en la
cabeza y gustos del consumidor.
Bases conceptuales de la competitividad económica
Michael Porter
encuentra que existe una amplia variedad de significados que se asignan a este
concepto. Suele catalogarse a las naciones como competitivas, dependiendo de
algunos factores macroeconómicos, lo que considera como competitividad efímera
y no sustentable, por ejemplo:
·
Existencia abundante de recursos naturales,
·
Mano de obra barata,
·
Política gubernamental en general y/o en ciertas
actividades específicas,
·
Cercanía con los mercados,
·
Leyes proteccionistas,
·
Que los socios comerciales estén en crecimiento.
Ninguna nación es
competitiva de manera generalizada, es decir, nunca es competitiva en todo. Las
naciones, según Porter, registran condiciones competitivas, sólo en algunos
sectores, en los cuales tienen éxito exportador y muestran condiciones
dinámicas de productividad y eficiencia. La pregunta, entonces, se orienta
hacia el análisis de por qué algunos sectores de los países compiten
internacionalmente, es decir, porqué poseen lo que ahora se conoce como ventaja
competitiva.
Visión clásica
Adam Smith acuñó
el concepto de ventaja absoluta, queriendo indicar con ello que una nación
exporta los productos en los cuales es el productor de menor precio en el
mundo. David Ricardo,
por su parte, sostenía el principio de la ventaja comparativa, queriendo
señalar que el país exportará los productos en los cuales registra los mayores
niveles de productividad relativa, e importará los productos en los que alcanza
menores niveles comparativos de productividad.
Visión actual
Los enfoques teóricos
no explican de manera adecuada las estructuras mundiales del comercio, y
especialmente fallan en la explicación de las corrientes comerciales en
sectores que utilizan tecnología avanzada y empleos altamente calificados en
ramas de alta productividad.
El análisis de la
competitividad debe tener presente los diversos niveles de agregación sectorial
en que puede ser aplicado, toda vez que los factores que la determinan
difieren, dependiendo del grado de agregación en el análisis, lo que debe ser
explícitamente considerado al establecer una metodología apropiada para la
evaluación de la competitividad de las ramas industriales y de sus empresas.
Competitividad y crecimiento económico
El aumento de la
competitividad internacional constituye un tema central en el diseño de las
políticas nacionales de desarrollo socio-económico. La competitividad de las
empresas es un concepto que hace referencia a la capacidad de las mismas para
producir bienes y servicios de forma eficiente (precios decrecientes y calidad
creciente), haciendo que sus productos sean atractivos, tanto dentro como fuera
del país. Para ello, es necesario lograr niveles elevados de productividad que
permitan aumentar la rentabilidad y generar ingresos crecientes.
Una condición
necesaria para ello es la existencia, en cada país, de un ambiente
institucional y macroeconómico estable, que transmita confianza, atraiga
capitales y tecnología, y un ambiente nacional (productivo y humano) que
permita a las empresas absorber, transformar y reproducir tecnología, adaptarse
a los cambios en el contexto internacional y exportar productos con mayor
agregado tecnológico. Tal condición necesaria ha caracterizado a los países
que, a su vez, han demostrado ser los más dinámicos en los mercados mundiales.
En este sentido, y
con el objetivo de identificar los niveles y determinantes de la competitividad
de los países, el World Economic Forum (WEF) presenta en forma anual, a través
de su publicación The Global Competitiveness Report (GCR), indicadores de
competitividad a nivel mundial, generando un escalafón por países. En su
versión 2004-2005, los componentes utilizados para calcular el Índice de Competitividad
para el Crecimiento (ICC) fueron: el ambiente macroeconómico, la calidad de las
instituciones públicas y la situación tecnológica.
Las TIC y la competitividad
La utilización de
las tecnologías de información y comunicación (TIC)
y el comercio
electrónico por parte del sector empresarial, abre nuevas
oportunidades de negocios que redundarían en una serie de beneficios
económicos, los cuales van desde el mejoramiento y la facilitación de la
comunicación entre las empresas, hasta el manejo más eficiente de los recursos
de la firma.El Sistema Integral de Operación Empresarial es
un ejemplo de ello. En tal sentido, las tecnologías deberían ser utilizadas por
el sector en las diferentes etapas de la cadena de valor. A continuación
podemos ver apreciaciones del Vefinen Vickery y Vincent (2004), que establecen
etapas al respecto:
·
Los procesos centrados en la producción: En esta
etapa, las TIC pueden ser utilizadas para diseñar y probar nuevos productos,
e-procurement, procesos de pagos, sistemas de gestión automática de stocks,
diferentes tipos de links electrónicos con proveedores, sistemas de control y
procesos más relacionados con la producción, entre otros.
·
Los procesos internos: En lo referente a
administración de personal, entrenamiento, reclutamiento interno, compartir y
diseminar información de la compañía vía electrónica, entre otros.
·
Los procesos de compra on-line: Acceso a vendedores y
catálogos de productos, compras y pagos electrónicos, utilización de
marketplaces electrónicos, administración de inventarios, etc.
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